
Ejercitando la concentración
1. Empieza por adoptar la posición de meditación sentada en el suelo con las piernas en flor de loto. Desconéctate del mundo y has caso omiso a los estímulos externos.
2. Entra en ti misma, busca, profundiza, interiorízate, mira dentro de ti como si lo hicieras dentro de otra persona, como lo haces con un paisaje que te gusta. Se trata simplemente de que te observes y no de que te recrimines, auto-engañes o culpes.
3. Ve descubriendo gradualmente tus virtudes, defectos, temores, complejos, conflictos, inhibiciones y evasiones, pero también tus recuerdos, fantasías y sueños. Evita una falsa imagen de ti misma y conócete, no por lo que los demás digan de ti, sino por lo que experimentes.
4. Se ecuánime y objetiva, no lo analices, simplemente visualízate para comprenderte, para conocer tus intenciones, para saber cuál es tu yo auténtico y cuál es el adquirido. No te dejes conflictuar por lo que vayas descubriendo en tu búsqueda interior, evita la tensión y sé muy paciente.
Éste es un trabajo de concentración muy profunda, trata de hacerlo cuando estés segura de que nadie te pueda interrumpir. Al lograrlo descubrirás situaciones sorprendentes que viven en tu interior y que por supuesto no las conocías.

No hay comentarios:
Publicar un comentario